lunes, 17 de diciembre de 2012

La Descubrimiento de Nuestro Ser

56 años antes de los acontecimientos de Vie de Marli

¡Vamos Dante, se que puede esforzarte mas!
¡ Cállate y pelea!
Dos muchachos se enfrascaban en una batalla de espadas de madera en medio de un campo de trigo. El sol de atardecer acariciaba con su calor el paisaje que rodeaba esos alrededores. Unos de los muchachos, alto, de buen porte y de mirada segura, le llevaba una enorme ventaja a su oponente el cual dudaba a la hora de atacar y presentaba todo lo contrario a pesar de que eran gemelos.
- Dante, si quieres salir con la chica mas guapa de toda la secundaria sera mejor que me superes- dijo Vergil de manera burlona- O si no me adelantare primero que tu-
- ¡Ni hablar!- exclamo Dante fuera de si y arremetió contra su hermano de forma brusca pero Vergil, de manera elegante, esquivo la espada de madera, lo desarmo y lo arrojo al piso. Dante intento recuperar su espada entre la hierva de trigo no obstante Vergil la pateo lejos y le puso la espada en el cuello.
- No te cansas de ser siempre el segundón hermanito- repuso Vergil bostezando. El rival vencido al darse cuenta de su derrota hizo un enorme esfuerzo para evitar derramar las lagrimas, hecho que Vergil no paso desapercibido. El sol ayudaba a ocultar las pequeñas lagrimas de su rostro gracias a la sombra.
- ¿Pero de que estas hablando hermano?- dijo Dante con voz quebrada- Sabes que algún día te venceré.

Los dos hermanos se observaron el uno al otro antes de que el llamado de una mujer los volviera en si. Ambos tenían objetivos diferentes en la vida sin embargo sabían que sus caminos estaban destinados a cruzarse una y otra vez. El primero en llegar a la casa fue Dante, donde corrió a los brazos de una hermosa mujer rubia. Era la madre de los gemelos, Eva. La mama se percato en los moretones en el brazo de su hijo y se indigno.
- ¿Otra vez estaba jugando con eso palos peligrosos, hijo mio?- replico Eva con tono preocupado- ¿Cuantas veces tengo que decirte que no quiero que te involucres en ese tipo de juegos?-
- Mama, no creo que sea para tanto- dijo Dante un tanto abochornado. Odiaba cuando su mama lo atendía con mucho cariño. Lo desconcertaba y le incomodaba.- Vergil y yo solo practicábamos un poco.
- Madre no creo que eso deba preocuparte tanto- añadió Vergil al alcanzarlos. Con una enorme sonrisa palmeo la espalda de su hermano- No le caería mal a mi hermanito aprender como defenderse en la vida.
Eva miro con reprobación a su hijo. En un arranque de emociones, Dante corrió dentro de la casa, subió las escaleras y se encerró en su habitación dando un portazo. No soportaba que Vergil siempre lo estuviera superando en todo. En la escuela era uno de los mas populares e inteligentes y fácilmente no había tenido problemas con tener mas de una novia en la secundaria al contrario de el que siempre ha vivido bajo la sombra de su hermano mayor, era rechazado constantemente por las chicas y aunque su dedicación a la escuela no era la misma que la de su hermano, era sumamente inteligente.
 "¿Pero de que vale?"
Sintió que alguien toco la puerta pero lo ignoro. No estaba de humor para que su mama lo estuviera sermoneando. La puerta volvió a tocar con mas fuerza y esta vez Dante la abrió. Era su mama.
-¿Puedo pasar a charlar contigo?- pregunto con semblante preocupado. Dante asintió lentamente. Eva entro al cuarto y se sorprendió al encontrarlo limpio y ordenado (Dante no era lo que decían una persona pulcra), encendió la luz de su recamara y se sentó en la cama junto a su hijo. Estaba terriblemente preocupada por la relación de sus dos hijos, a pesar de que ambos llevaban 14 años conviviendo juntos aun no habían podido crear un lazo de hermandad gracias a las constantes disputas entre los dos.
- Extraño a mi papa- murmuro Dante
- Yo también lo extraño hijo mio- le dijo Eva mientras le acariciaba su cabello blanco, una de los tanto rasgos que había heredado de su progenitor- Créeme que no pasa un día en que no añore su presencia en esta familia.
- ¿Entonces por que se fue y nos abandono?- replico Dante y gruesas lagrimas se dezlisaron por su rostro- Todos los dias trato de ser como papa, quiero ser como papa.

Eva abrazo su hijo con fuerza, sabia que su hijo sufria por ser objeto de la sociedad.
- ¿Mama una pregunta?- murmuro Dante con voz quebrada- ¿Tu crees que algun dia encuentre mi destino, la razon por la cual estoy en este mundo?
- Hijo, todos nacemos con un proposito- dijo Eva- Poseemos tanto virtudes como defectos pero la clave para que tu sobresalgas por encima de tus propias expectativas es que debes aprender a convertir tu dolor y asimilarlo. Usar tu defectos y convertirlos en tus ventajas. Creeme que no me tendras para toda la vida pero lo que mas deseo en este moento es que tu y tu hermano dejen de competir y se concentre mas en ser hermanos. La razon por la cual tu padre nos abandono sigue siendo un misterio sin embargo debes aprender a mirar dentro de ti y buscar ese yo que te define. No trates de ser como tu papa, tratar de ser tu mismo y encontraras tu motivacion

Dante observo a su madre y la abrazo. Sabia que aun le quedaba un camino largo por recorrer, el mundo era grande. Y el tenia que sobresalir, tenia que triunfar, tenia que ascender.


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